Consejos para el cuidado del paciente oncológico
Cuando recibimos la noticia de que un familiar o un ser querido ha sido diagnosticado con cáncer comienza un momento difícil en nuestras vidas. Desde el momento en que una persona es diagnosticada con esta enfermedad se inicia una etapa compleja en la que el principal apoyo del paciente, en la mayor parte de los casos, es la familia y los seres queridos. Para ello, en este artículo os ofrecemos una serie de consejos para el cuidado del paciente oncológico.
Es muy importante que las personas más cercanas al paciente sepan cómo ayudarle y darle los mejores cuidados. Eso implica también que sean capaces de no descuidar su propio autocuidado, ya que si no es así, con el tiempo esto podría derivar en agotamiento o estrés. Tal y como nos explican desde la AECC, debemos tener en cuenta que no siempre un «supercuidador» es un «buen cuidador». Para ello, nos ofrecen un taller en el que explican cómo ayudar al paciente con sus necesidades pero sin dejar de lado las necesidades de la persona cuidadora.
Consejos esenciales para ser un buen cuidador:
- Preguntar al paciente lo que realmente considera importante, puesto que no siempre lo que nosotros consideramos imprescindible tiene que coincidir con lo que sea para él.
- Aprender a ser flexibles y tratar de adaptarse a cómo vayan evolucionando las necesidades del paciente.
- Comunicación asertiva. Aunque puede haber momentos tensos, es importante intentar trabajar siempre la comunicación todo lo posible.
- Tener actividades en familia y tratar de conservar cierta cotidianidad y normalidad en el día a día.
- Conocer los recursos con los que contamos como la Ley de Autonomía de la persona y Atención a la Dependencia en caso de necesitar teleasistencia o recursos residenciales. Y, también, conocer que existe la posibilidad de pedir una excedencia por cuidados.
Muy importante, no olvidarnos del autocuidado:
- Observar cómo nos estamos sintiendo. Darnos cuenta de los cambios en nuestras emociones o, incluso, en nuestro cuerpo.
- Elegir con quién, cómo y cuándo queremos expresar esas emociones.
- No centrarnos en las ideas de culpa. No pensar que lo hacemos todo mal. Cuando nos invadan estos pensamientos hay que parar y tomar perspectiva acerca de todo lo que hacemos.
- Identificar señales de alerta o síntomas de agotamiento, estrés o tristeza profunda para acudir al médico o a un profesional de la psicología si fuera necesario.
- Ejercitar el cuerpo y mantener una buena alimentación.
- Poder descansar las horas necesarias
- Apoyarse en los amigos y seres queridos. Aprender a pedir ayuda.
Consejos prácticos para el autocuidado durante el cuidado de un paciente oncológico
Desde American Cancer Society también nos ofrecen algunos consejos prácticos para atender a las necesidades propias cuando se está cuidando a un paciente:
- Planear actividades de disfrute englobadas en tres grandes grupos importantes:
- Aquellas que involucren a otras personas
- Aquellas que le dan la sensación de logro
- Aquellas que le hacen sentirse bien o relajado
- Mantenerse al día sobre lo que ocurre en la «vida real», es decir, el mundo no relacionado con el cáncer. Dedique tiempo para no hablar sobre la enfermedad.
- Considere unirse a un grupo de apoyo para cuidadores o visitar a un consejero.
- Si necesita ausentarse de su trabajo, hable con su jefe o con la persona a cargo de beneficios o prestaciones para los empleados.
- Pregunte si su compañía ofrece un Programa de Asistencia al Empleado (EAP). Estos programas pueden ponerle en contacto con un consejero si necesita ayuda para lidiar con distintos asuntos como problemas financieros, estrés y depresión.
- No trate de hacerlo todo usted solo/a. Busque la ayuda de otras personas.
Recuerde que el papel que desempeña es muy importante para ayudar a su ser querido en su experiencia con el cáncer, así cómo a sobrellevar usted mismo/a esta situación. Ponga en práctica todos estos consejos y no tenga miedo a pedir ayuda si lo necesita.